Hay países de primera, de segunda y de tercera. Lo cual cataloga a personas de primera, de segunda y de tercera. Así fue como crecí, y me lo creí. Hasta que llegó el día en el que vi que no era así. Estaba enojada con haber nacido aquí. Un país en caos, sin oportunidades, lleno de corrupción, en medio de líos y violencia, lleno de tanta porquería que me pude haber ahorrado si no hubiera nacido aquí. Si, toda mi niñez engullí esos pensamientos, todo mundo los decía, “aquí no h