top of page

¿Cómo evitar que el entorno afecte a nuestros hijos y cómo explicar verdades difíciles?


Si tienes hijos, sabes lo difícil que puede ser cuidar que su vida no se vea afectada por su alrededor, como padres, tratamos de propiciar ambientes sanos, amistades, programas televisivos entre otros para su sano desarrollo. Pero, ¿qué pasa cuando algún factor externo, fuera de nuestro campo de acción se acerca e influye en nuestros pequeños? ¿Cómo podemos reaccionar ante esto?


Aquí te doy algunos consejos que espero te sirvan al momento de educar a tus pequeños.


En mi caso, he tratado de postergar lo más que pueda el hecho de hablar de sexualidad con mi hija, me dije a mí misma que lo haría cuando ella cumpliera 10 años (cuando escribo esto aún tiene 9 años), ya que hablar de esto me llevaría a preguntas como ¿quién es mi papá biológico?, ¿en dónde está mi papá biológico? Y son preguntas que aún no me encontraba lista para contestar. Sin embargo el entorno me ganó la jugada y dada la alta sexualización de hoy en día, mi hija inevitablemente se vio envuelta en escuchar este tipo de pláticas. Desde compañeras mías de trabajo que hablaban de esto abiertamente por teléfono frente a ella, a personas que se acercaban y tenían pláticas como esta con mi hija:


- ¿Y tu papá?

- No tengo papá.

- Si tienes, pero no te dicen en dónde está. Todos tenemos un papá, es de dónde venimos.

- Yo no.

- Ve y pregúntale a tu mamá.


Eso hizo que las preguntas llegaran a mis oídos antes del tiempo programado. Al principio reaccioné molesta, ¿cómo la gente puede ser tan insensible de no cuidar sus palabras frente a una niña que trae una historia de familia difícil? Si lees mis otros posts te darás cuenta. Y ya después, con la cabeza en frío, pude calmarme y tratar de sacar lo mejor de esto.


Es mejor hablar de los problemas de la vida y explicárselos antes de que llegue alguien externo a tratar de explicarlo.

Si bien los niños son niños y merecen vivir una infancia sin mellas, también es cierto que el mundo que les rodea cada vez es más agresivo en tocar temas que antes dejábamos para la adolescencia. Es por eso que, hablar con ellos y tomar cada oportunidad posible para explicar estas realidades, es una opción viable. Por ejemplo para hablar de hambruna o guerras, podemos tomar los acontecimientos que suceden hoy en día o las noticias que se escuchan y explicarles con paciencia qué es eso, en dónde se da, por qué razón y qué pueden hacer ellos para amar a su prójimo y servirles en vez de propagar guerras. Así podemos tomar estas realidades y convertirlas en momentos para que ellos tomen consciencia y se sensibilicen al dolor ajeno y a los problemas de otros, formando en ellos un carácter con valores como apoyo a los demás, empatía, honestidad, amor, entre otros.

Recordemos que cuando alguien más se adelanta a intentar explicar estos temas, queda en su inconsciente la idea de que aquella versión es la correcta. No digo que los enfrentemos a estas realidades desde pequeñitos, sino que conforme vayamos viendo que crecen y hacen preguntas, tomemos lo que sucede a nuestro alrededor como ayuda para explicar estos temas difíciles.

Los niños son niños y por ende son curiosos, es necesario satisfacer esa curiosidad

Siempre en cada niño hay una etapa en dónde nos preguntan de todo y siempre los papás tenemos dos opciones:

  1. Ignorar las preguntas y decirle que se vaya a jugar o a hacer la tarea.

  2. Tomar el tiempo para satisfacer su curiosidad.

En lo personal yo creo que es mejor tomar la segunda opción y satisfacer esa curiosidad, sino volvemos al primer punto, llegará algún factor externo que explique esta idea de la manera que no esperamos y el niño lo tomará como verdad y lo incorporará a su carácter. No nos toma ni 10 minutos, dejar a un lado nuestras actividades y tomar el tiempo para explicar realidades necesarias a nuestros hijos y podría significar algo muy importante en sus vidas, así también se abre el canal de comunicación con nosotros los padres y ellos comprenden que cuando tengan una duda, pueden acercarse a nosotros para resolverlas, mejorando los lazos familiares.


Los niños merecen la verdad

Así de simple. Cuando nosotros como padres les mentimos, ellos tomarán ese ejemplo negativo y lo incorporarán a sus vidas haciendo de la mentira un hábito, si papá y mamá lo hacen ¿por qué yo no? Es por eso que lo más conveniente es que les digamos la verdad. Que les expliquemos todo sin fantasía sino con realidad. Recordemos que ellos se toman todas nuestras palabras de manera literal (a menos que les especifiquemos que no) y ellos creerán palabras por palabra todo lo que hemos dicho sin cuestionar, después ellos van y lo cuentan a sus compañeros y si les hemos mentido en algo que alguno de sus compañeros ya sabe la verdad, nuestros pequeños se sentirán frustrados, enojados, tristes y burlados. Es por eso que es mejor siempre decir la verdad, por más difícil que sea. El siguiente punto te puede ayudar a explicarla.


Se pueden suavizar las verdades o temas difíciles a través de diversas actividades propias de niños

Son niños y aunque sean temas difíciles o muy fuertes qué tocar, es necesario que nos pongamos al nivel de niños, nos acerquemos a su corazón y les expliquemos las realidades. Cada padre o madre conoce a sus pequeños y saben de qué manera les pueden “llegar” más fácilmente. Por ejemplo, mi hija y yo escribimos libros para niños, y es así que para decirle la verdad sobre cómo se formó su vida, le he escrito un libro. Aquí algunas ideas:

  • Explicarlo en una obra de teatro.

  • Llevarlo de excursión y explicarle con una metáfora de la naturaleza.

  • Escribirle una carta y estar ahí para cuando termine de leerla.

  • Hacerle una fiesta sorpresa.

  • Explicarle con una fotografía o sesión de fotos.

  • Invitarle a una cita/cena y hablarlo.

  • Ver una película y hacerle preguntas.

  • Llevarle a un museo, acuario, zoológico, de visita a algún lugar para niños.

Como puedes ver, las opciones son infinitas, sin embargo podemos tomar cada una para ver de qué manera acercarnos a ellos y explicarles las verdades. Echa a andar tu creatividad e imaginación y te darás cuenta de que podrás explicarles todo de una manera que se quedará en sus memorias, sin que le duela, al contrario lo comprenderá con todo su corazón y será de beneficio a todos.


Tomar tiempo de calidad

A veces se nos olvida que antes que engranes de la sociedad, somos padres. Y muchas veces tomamos todo nuestro tiempo en hacer que funcionemos en la sociedad, en el trabajo, en diversas actividades o con personas fuera de nuestra familia cercana. Sin embargo, debemos comprender que antes que el mundo de afuera, nuestro mundo interior es el más importante, estando nosotros bien, todo a nuestro alrededor marchará bien, así como después de eso nuestra familia debe de ser lo más importante. Al estar bien en nuestra familia y tener relaciones sanas y fuertes con sus miembros, nuestra vida se facilitará de una manera que las vicisitudes no podrán dejar que caigamos.


Nuestros hijos merecen tiempo de calidad. Para escucharlos, comprenderlos, hacerlos sentir amados, especiales y que nos ocupamos por lo que sienten y piensan. Si nosotros no les damos ese valor, ellos intentarán buscarlo por fuera. Nosotros como padres tenemos esa llave que abre su corazón o lo cierra.


Los pequeños son sumamente inteligentes

Jamás subestimes la inteligencia de los pequeños. Ellos a pesar de ser chicos, tienen como un “sexto sentido” que les permite comprender cuando un ambiente está tenso, cuando estamos tristes, felices, acongojados o cuando vendrá algo bueno a nuestras vidas. Es a medida que crecemos que vamos suprimiendo todo esto y lo cambiamos por realidades que cubren los sentimientos y se adaptan a la sociedad en la que estamos. Pero ellos lo sienten. Quiero que comprendas que no hay verdad que no puedas explicarle a tus hijos sin que te entiendan por completo, si tomas el tiempo, la manera adecuada de acercarte y te abres con ellos, lo entenderán. Cada niño es diferente y ya lo dijimos, así que hay que acercarse de manera diferente a cada uno, sin embargo si lo comprenderán.

Así que quítate los miedos y trata de hablar acerca de la realidad del mundo que les rodea, sé tú primero quien toque estos temas antes de que el entorno en el que viven te gane la partida, abre los canales de comunicación con ellos para que sientan que pueden acercarse a ti en cualquier momento y seas tú como padre quien les guíe, explique y les abra la ventana al mundo exterior y real al cual se enfrentarán eventualmente.

Recuerda que muchas veces no podemos evitar que el mundo exterior intente corromper a nuestros pequeños, sin embargo, si podemos armarlos con un escudo de amor, confianza y verdad, para hacer frente a cualquier hecho o palabra que se suscite en sus vidas.


Tú tienes la llave de su futuro, ¿cómo la utilizarías?

bottom of page