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¿Qué es realmente liderazgo?




Aplicado a la educación.


Frustración. Frustración que es pasada a generaciones nuevas. Frustración. Frustración que rompe sueños y pone cadenas.


Mi hija ama el violín. Desde los 3 años ha tenido el deseo de aprender, aún recuerdo cuando tocaba melodías y se presentaba frente a nosotros en festivales tan pequeñita con su violincito. Por motivos de que hemos vivido en muchos sitios, no ha sido posible que lleve una continuidad y su nivel, ha decrecido. Sin embargo estábamos muy felices cuando supimos de una escuela auspiciada por el gobierno municipal, en donde hacían incluso festivales con orquesta de cuerdas, en donde dan clases y preparan a los pequeños.


Fuimos. En oficinas nos trataron maravillosamente. Sin embargo, y para corroborar la mayoría del pensamiento en países tercermundistas, vi que muchas personas tienen miedo. Miedo a enseñar lo que saben porque les puedan rebasar en conocimientos, habilidades o simplemente dosifican el conocimiento en muchas horas de clase sin resultado alguno, para “asegurar al alumno” y que los padres sigan pagando. Sin embargo, para una persona que ha tenido la oportunidad de ver más allá en otros países y culturas, puede darse cuenta del contraste de pensamientos.


En aquellos países con más éxitos, los maestros buscan a los talentos, los impulsan y les dan alas. Así es como demuestran quiénes son los mejores maestros. Dependiendo de cuántos alumnos exitosos tengan. En los países del tercer mundo, es casi regla general que los “mejores” maestros son los que más reprueban a los alumnos. ¿Y quién se ha creído esta falacia? Todos.


Como maestra y al estar a cargo de varios maestros en diferentes continentes, me he dado cuenta de cómo se trabaja alrededor del mundo. Y nuestra cultura empresarial es ofrecer y hacer que nuestros alumnos sean excelentes, exitosos y lo hagan en el tiempo adecuado a ellos mismos. Ha habido alumnos que en un año han hecho maravillas que otros de su edad creen imposibles y eso es gracias al impulso y apoyo emocional que se les ha dado. Lo más importante, enseñarles a tener confianza en sí mismos. Ayudarles a quitarse los límites impuestos por la sociedad en la que viven. Descubrir sus dones y talentos.


Tantos niños rotos han llegado a mis aulas. Con el corazón sangrando por palabras que recibieron, por maestros que les gritaron que “son burros, que no pueden, que no…” Y las primeras semanas me toca trabajar en sus corazoncitos, en abrir nuevamente sus mentes a la adquisición de conocimiento, puesto que al verse heridos, se cierran y creen que todos los maestros los van a dañar. Cuando vemos el aspecto emocional primeramente, nos damos cuenta de que todos los niños son genios si el maestro sabe impartir el conocimiento.


Mi hija lloró y dijo que ya no quería ir a clases. ¿Por qué? Me pregunté. Siendo que ella ama el instrumento. Porque hubo una maestra que con su actitud le quitó el deseo.


Como maestros debemos comprender la importancia, de darnos cuenta de que los pequeños nos ven como ejemplo. Si ven que somos felices, que amamos lo que hacemos, ellos con más ganas van a aprenderlo, lo disfrutarán y creerán que es normal avanzar a ese paso tan rápido que van.


Pero si solo tenemos maestros que hacen las cosas por dinero, que están ahí pero desearían estar en otro lugar, maestros que no le ponen atención a los pequeños, que no disfrutan a sus alumnos, que no los aman, que no se ocupan y preocupan por ellos, que solo los ven como un número y un signo de pesos, los alumnos lo sentirán y los resultados, creo que es la mayoría de lo que tenemos.


Si comprendiéramos la fragilidad de sus corazones y que no es normal tratar a niños como se trata a jóvenes, entenderíamos la importancia de las palabras, el tono de voz, el lenguaje no verbal, que ofrecemos.


Y mientras, como cultura sigamos creyendo que lo “normal” es lo que menos ayuda, y lo sigamos aceptando y fomentando y poniendo personas que NO disfrutan lo que hacen en puestos que no merecen, seguiremos teniendo los mismos resultados que un país de tercer mundo. Porque lo diferencia a los de primer mundo, es la calidad de sus pensamientos para transformarlos en hechos.


Les comparto esta película, cuyo guión fue nominado al Oscar como “mejor guión adaptado” y esta escena por Kevin Costner (interpreta a Al Harrison) y Jim Parsons (interpreta a Paul Stafford) deja pensando:


Talentos Ocultos, 2016


Al Harrison: ¿Sabes cuál es tu trabajo aquí Paul? Encontrar al genio en medio de todos estos genios. Llevarnos a todos arriba.


Por el racismo y desprecio mostrado a Katherine Goble interpretada por Janelle Monáe.


Cuando comprendamos que el ser líderes significa elevar a todos los demás a nuestro alrededor, ayudarles a ser la mejor versión de sí mismos y no a detenerlos y ponerle trabas… es que estaremos listos para puestos de liderazgo. Todo comienza en el interior.

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