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阴阳- El yin de mi yang



Los opuestos se complementan. ¿Conocen el yin y el yang? Es una creencia del taoísmo que dice que siempre hay algo “bueno” en lo “malo” y viceversa, complementándose así… Aplicándolo a todas las áreas, podemos observar cómo no solo vemos esta dicotomía aquí sino también en el día y la noche, la vainilla y el chocolate, el frío y calor y podríamos seguir con una lista interminable, ya que si nos ponemos a pensar en todo lo que nos rodea, podemos ver que TODO se complementa. Todo es parte de un todo y si no existiera, algo, se alteraría.


Aunque yo no profeso el taoísmo, me gusta esta creencia. Y últimamente he estado investigando más sobre el MBTI que es la teoría de Myer- Briggs sobre diferentes tipos de personalidad basados en un test. Quizá no solo porque me ayudó a conocerme un poco más y por ende a entenderme, sino también porque le hice el test a mi hija, y… somos opuestos.


De acuerdo a los resultados, yo soy un INTJ-A y mi hija es un ESFP-T. Pero ¿qué significa todo eso? ¡Es maravilloso! Cuando lo comprendí me di cuenta de por qué era tan poco tolerante en ciertos aspectos con mi hija y por qué me parecía como que siempre quería llevarme la contraria.


Hicimos juntas el test y ¡me sorprendí!


Somos completamente opuestas. Yo soy INTROVERTIDA, INTUITIVA, PENSANTE, JUICIOSA- ASERTIVA y mi hija es EXTROVERTIDA, SENSITIVA, SENTIMENTAL, PERCEPTIVA- TURBULENTA. Si uno lee ambas descripciones diría que NO es posible ponerlos en el mismo sitio o hacer que sean amigos, pero henos aquí.


Al leer los resultados de mi hija comprendí muchísimas cosas e infinidad de memorias desfilaron por mi mente en donde me di cuenta de que no es que ella quiera llevarme la contraria, sino que simplemente pensamos de manera opuesta, pero es ahí, en donde encontramos la belleza.


Yo soy de las personas que aman la soledad, leer, escribir, soñar despierta, la naturaleza, odia los lugares con mucha gente, todas las relaciones que tiene las trata como si fueran de trabajo, prefiere no tener una pareja si cree que son inferiores a ella intelectualmente, le excitan las pláticas de ideas, sueños, metas enormes que pueden cambiar el mundo, su mente es un tablero de ajedrez, todo lo piensa antes de actuar, valora la verdad, es inmune a la corrupción por su alto sentido cívico, le aburren las pláticas “tontas” que no aporten un reto intelectual, ama los retos intelectuales, ama la música clásica, generalmente somos excelentes en retos que impliquen pensar o hacer estrategias porque somos demasiado lógicos, herméticos con nuestra vida personal, nuestro sentido común está altamente desarrollado aunque también somos los más idealistas del mundo intentando solucionar problemas con nuestra “mente maestra” que es como comúnmente llaman a nuestro tipo de personalidad, somos tajantes en nuestras decisiones, observadores y meticulosos y nuestro mundo interior es tan inmenso que es también muy difícil que alguien pueda entrar a este mundo, por ello, para las personas con mi tipo de personalidad, lo más difícil que tendremos en la vida, será el encontrar una pareja que nos complemente…


Si somos asertivos, es que podemos manejarnos de manera más fácil en la vida, ya que los turbulentos generalmente caen en extremos y aún no saben controlar muy bien sus emociones, pero de turbulento se puede pasar a asertivo con el paso del tiempo y el aprendizaje introspectivo. Yo soy asertiva y sé manejar mis emociones y sentimientos muy bien.


Pero mi hija es todo lo contrario a mí. Ella ama estar con gente. Personas con su tipo de personalidad, no son de las que les interesen mucho los retos académicos o intelectuales, ellos son más enérgicos, improvisan, aman ser el centro de atención, son maravillosos para tratar con la gente, pueden entenderles perfectamente, son aquellos que siempre te tenderán una mano amiga y un hombro donde llorar, son perfectos para hacerte reír, llevan “la vida” y “el sabor” por dentro, son el “alma de la fiesta” en cualquier lugar, son altamente sociables, tienden a tener puestos donde implique estar alrededor de mucha gente y sobresalen fácilmente en ellos, son muy emocionales y muestran sus sentimientos, no les importa “hacer el ridículo” con tal de divertirse, siempre saben cómo divertirse aún en medio de la nada, hablan mucho, tienen facilidad de palabra, son encantadores, atractivos, atrevidos, son exploradores de nuevas ideas, lugares, experiencias, no le tienen miedo y tienen un sentimiento despreocupado sobre las cosas, no son juiciosos, son amorosos, muy cariñosos, de mente abierta, se cargan de energía al estar rodeados de gente, valoran muchísimo a las personas a su alrededor y ella que es turbulenta (por su corta edad) apenas está aprendiendo a manejar sus emociones y a controlarlas.


Y esto me ABRIÓ LOS OJOS a una verdad que no veía… Pero que ahora comprendo perfectamente:

No somos opuestos, somos complementos.


Como siempre, tengo anécdotas:

Estábamos en China y una persona hizo una tontería y cuando aún yo no hablaba chino, le dije a mi hija que fuera como mi intérprete a darle un recado de mi parte, yo se lo dije tajante, cortante, sin importar si hería susceptibilidades… Mi hija fue, lo suavizo, le dio el mismo mensaje pero la persona quedó contenta y comprendió. Pese a que mi chino no era excelente, pude comprender lo que mi hija había dicho y me di cuenta de que no dijo las palabras que yo le había dicho que dijera, sino que las cambió por unas más lindas, más suaves pero aun así, llegó el mensaje.


También en China, mi hija era el centro de atención en los dormitorios de la universidad, iba y platicaba con gente de Yemen, Mongolia, Tajikistán, Rusia, Romania, Japón, Francia, China, Turquía y Alemania sin problema alguno y no era de extrañar que todos se reunieran en la cocina y ella estuviera contándoles algo y todos poniéndole atención, y el idioma nunca fue problema para ella, yo creo que por eso aprendió tan rápido, para poder hacerse entender y seguir siendo el centro de atención. Yo generalmente me la pasaba en mi habitación pero ella siempre estaba rodeada de gente. Muy dentro, yo admiraba esa habilidad que vi en ella, porque yo quería “tener también muchos amigos” pero ni siquiera me atrevía a iniciar una conversación.


En México, fuimos a una fiesta y pues yo no sé bailar, no es de extrañar para la gente con mi tipo de personalidad… Pero tampoco nunca me he atrevido a salir a bailar, aunque muy en el fondo algún día deseo aprender y poder disfrutarlo también, pero mi hija se paró y fue la única niña bailando en medio de solo adultos y siguiendo el ritmo y disfrutando con todas las cosas que dan para que se diviertan. Yo desde la mesa la observaba, sonreía y así, yo disfrutaba.

Y una vez mi hija me preguntó “¿no te importa lo que sienta esa persona?” y le contesté “no, es un idiota, tiene que saber que es un idiota, no puedo suavizarle la verdad…” Y ella se quedó pensando y con su silencio me hizo pensar en que fui demasiado dura con esa persona.


A los INTJ’s nos tachan de fríos e insensibles porque todo nos lo callamos y externamos de diversas maneras, la mía es escribiendo, pero siempre frente a todos me voy a ver como la “súper mujer” que no tiene sentimientos… aunque le duela todo lo que sucede a su alrededor, así somos… Mientras que los ESFP’s son empáticos y extremadamente sensibles y no tienen reparos en mostrar esa sensibilidad, pueden llorar frente a todos y no se sienten mal, pueden externar lo que hay en su interior y para ellos es normal, por eso dan la impresión de que son más sensibles, sin embargo es lo mismo, solo diferentes maneras de reaccionar.


Y después de tanto pensar, me di cuenta de que mi hija es el yin de mi yang. Que ambas nos complementamos maravillosamente y el hecho de que ella sea mi hija, me ha venido a enseñar muchísimo más tanto de mí misma, como de la vida, porque gracias a ella no soy la persona que era hace 10 años, gracias a ella soy más abierta al grado de poder pararme frente a un público a dar una conferencia, soy más empática y puedo ser el hombro para llorar de alguien e incluso he llegado a sentir tanto que lloro cuando mis amigos lloran y me alegro cuando ellos se alegran, trato de socializar más gracias a ella y ahora ¡hasta lo disfruto!, salimos, viajamos, conocemos, hacemos cosas espontáneas que antes tenían que ser planeadas y detalladas, trabajamos juntas en canciones, libros y videos, ella baila, yo observo, ambas nos divertimos a nuestra manera. Su ejemplo de “don de gentes” me ha hecho más abierta con la gente, menos juiciosa (de hecho creo que es algo en lo que trabajé mucho y por eso he decidido no juzgar a nadie… sino comprenderlos), me permito externar mis emociones, incluso me he derrumbado frente a ella y ella me ha abrazado y consolado, mientras trabajo y llevo horas sin levantarme porque estoy plasmando mis ideas, llega ella con sus brinquitos, trompitas y sonrisitas y saca carcajadas que destensan mi interior. Siempre me hace reír y cuando estoy pasando por rachas de depresión (que tiendo mucho a esto) ella está ahí tratando de darme ánimos, generalmente logrando levantarme de mi depresión.


No sé qué sería mi vida sin ella, lo que sí sé, es que ella es la sal que necesitaba para tener sabor y que aunque somos COMPLETAMENTE DIFERENTES, OPUESTAS, EXTREMOS… Nos complementamos maravillosamente. A ambas nos sirvió saber nuestro tipo de personalidad porque ahora somos más empáticas una con la otra, ella entiende que para cargarme de energía necesito mis momentos de soledad y yo ahora comprendo que para ella hacer lo mismo, necesita estar con gente, salir y socializar. Y así nos complementamos, pero ambas aprendimos.


Las diferencias no son malas como muchos nos han hecho creer, de hecho podemos tomarlas a nuestro favor, tanto como que juntas hicimos que MeiMo naciera, un espacio donde ofrecemos materiales educativos para pequeños, en donde ambas trabajamos, ella con sus ideas y ese carácter tan espontáneo y despreocupado y yo con la mente estratégica y planificadora. Somos un equipo, un maravilloso equipo.


Y esto no solo me enseña sobre nuestra relación de madre e hija, sino de la vida, porque a pesar de tener inmensas diferencias con la mayoría de las personas, sé que si yo lo deseo, puedo buscar ese punto de equilibrio en donde todos salgamos ganando y disfrutemos tanto de la vida, y lo puedo y he aplicado a mi equipo de trabajo, personas con las que convivo, y aquellos que llegar y por cortas temporadas a mi vida, se puede tener una relación maravillosa con todos si lo buscamos, como mi hija y yo, juntas disfrutamos.


¡Que hermosa es la diversidad!


P.D. Mi hija admira a Katy Perry y cuando se enteró que ambas tienen el mismo tipo de personalidad, ¡se puso tan feliz! Que abrazó sus fortalezas. Porque ella quería tener el mismo que yo, pero gracias a esta introspección y plática que tuvimos, ella pudo darse cuenta de la hermosa personalidad que tiene y de cómo nos complementamos.

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