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El poder de tus palabras como padre o madre

Muchas veces hemos dicho cosas como “ay, ¡eres un tonto!”, “no seas menso, ¡fíjate!”, “mi hijo es muy desastroso”, “ya no aguanto a mi hijo, nunca me hace caso”, “eres igualito a tu padre”, “¿por qué nunca haces caso?”, “¡qué bruto!” entre muchas otras más que hemos pronunciado. Creemos que son solo palabras que no tienen una repercusión más allá del momento en que se dicen, sin embargo, jamás se nos ha dicho la verdad.


Todas y cada una de las palabras que digas a tus hijos, quedarán en su subconsciente de por vida.

Como hablas hoy depende si le facilitas o le dificultas la vida. El pequeño a medida que crece, necesita palabras de afirmación para poder edificarse. A continuación te comparto algunos beneficios que dependen de ti que se hagan realidad en tus pequeños, tan solo con hablar.


Les haces comprender que tienen un propósito y destino.

Con tus palabras puedes hacer que tus pequeños sepan que han nacido con un propósito y les ayudes a comprender que tienen un destino que ellos pueden forjar. Si desde que son pequeños pones énfasis en tus palabras como apoyo, te darás cuenta de que podrás evitar las ideas de “¿para qué nací?”, “¿de qué sirve que exista y esté aquí?”, “yo no sirvo para nada”, entre otras que muchos adolescentes comienzan a experimentar a medida que crecen. Con tus palabras, ellos podrán comprender que hay un propósito por el cual nacieron y que no son un error.


Les estableces una identidad.

¿Quién soy? Es una pregunta que muchos adolescentes se hacen. Muchos intentan experimentar con su sexualidad, así como también con modas que están a su alcance, muchos lo hacen para tratar de encontrar el lugar al que pertenecen, sin embargo, si nosotros, desde que son pequeños, nos enfocamos a establecer una identidad en su persona a través de palabras de afirmación, ellos crecerán sabiendo quiénes son, que pertenecen a un ambiente familiar sano en donde son amados, valiosos y aceptados. Así, evitamos que en un futuro, deambulen por la vida buscando su identidad en lugares que muchas veces, en vez de afirmar, desvían de la verdad.


Les ayudas a comprender la vida.

Nosotros somos el filtro por el cual nuestros hijos ven el mundo. De nosotros depende si hacemos que su percepción del mundo sea difícil o fácil. A través de nuestras palabras podemos enseñarles a comprender la vida, el valor de la misma y cómo vivirla de la más sana y mejor manera posible.


Les ayudas a desarrollar su inteligencia emocional.

Si desde que son pequeños nos enfocamos en ayudarles a comprender el mundo que les rodea y les enseñamos a manejar sus emociones, para ellos será más fácil y llevadero enfrentarse a posibles problemas en el futuro. A través de las palabras de afirmación, podemos imprimir en sus corazones el saber esperar para el futuro, el diferenciar entre lo correcto o incorrecto con base a valores establecidos y sobre todo a tener empatía y amor por todos los seres vivos a su alrededor. Con las palabras de afirmación, buscamos que tengan un ambiente emocional sano para que se desarrollen plenamente.


Les afirmas el amor que sientes por ellos.

Un niño amado, siempre será un adulto que sepa amar y cuyas relaciones se establezcan con más alegría y felicidad. Al llenar a nuestros pequeños de palabras de afirmación, les mostramos la realidad de lo que son para nosotros y esto crea una mejor percepción de sí mismos en la mente de nuestros hijos.


Desarrollas su autoestima.

Las palabras de afirmación siempre serán recibidas con un corazón agradecido. El hecho de que utilicemos palabras de afirmación con nuestros pequeños, puede garantizar que tendrán una sana autoestima ya que se sentirán amados, aceptados y valiosos, haciendo que sus corazones se desarrollen sanamente en vez de anidar sentimientos negativos.


Formas un lazo más fuerte con ellos.

Cuando a un niño se le habla con palabras ásperas, su corazón se cierra y evita acercarse a nosotros o a la larga previene todo contacto en donde pueda expresar sus sentimientos. Esto crea adultos con inseguridades, rencores y dolor que acarrean de niños. Cuando expresamos palabras de afirmación, sus corazones se abren hacia nosotros, creando un lazo más fuerte en donde están receptivos a nuestras palabras y desean escucharnos. Así, la relación padres- hijos se fortalece.


Les inculcas valores.

A través de palabras de afirmación, podrás darte cuenta de que tus pequeños crecen con valores establecidos y definidos en sus corazones. De ti depende explicar qué significa cada uno para que ellos puedan tomarlos como propios y en el futuro próximo veas adultos con valores.

Como ya nos dimos cuenta, es muy importante para los pequeños recibir palabras que les ayuden a formar su vida en vez de que los aíslen o hagan que se encierren en sí mismos con miedos, temores, inseguridades y dolor que se acarrea desde niños.


A continuación te dejo una lista de palabras de afirmación que puedes utilizar en el día a día con tus pequeños:

  • Eres valioso/a y te amamos.

  • Eres parte de esta familia, un orgullo para nosotros y estamos felices de que formes parte de nosotros.

  • Eres un regalo para nuestras vidas, tu presencia vino a abrirnos a muchas posibilidades y nos has hecho aprender mucho en nuestro actuar como padres.

  • Siempre podrás contar con nosotros, cuando te sientas mal o tengas algún problema, siempre estaremos aquí para ti.

  • La vida es hermosa, a veces se pone difícil, pero quiero que sepas que aquí estamos para ti y cuando no sepas a donde ir, puedes venir con nosotros.

  • Eres inteligente y puedes lograr todo lo que te propongas, todo requerirá que te esfuerces y pagues el precio por tus sueños, sin embargo, ¡tú puedes lograr absolutamente todo lo que deseas!

  • Eres importante. El hecho de que tú estés aquí, hace que nuestras vidas sean más hermosas.

  • Tú naciste con un propósito maravilloso que descubrirás con el paso de los años, jamás pienses que eres un error, porque tienes un propósito hermoso en tu vida.

  • Eres hermosa/guapo, jamás pienses que no lo eres, ¡siéntete orgulloso de ti mismo/a!

Lo que tu digas hoy, repercutirá en el futuro de tus pequeños. ¿Qué palabras estás anidando en su corazón?

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